Carta XXVI
Una vez me preguntaron dónde me gustaba escribir, y contesté que Excel era mi lugar favorito. Estaba rodeada de gente un poco mayor que yo, que se autodefinían como cultos y creativos, y que me miraron con cierto paternalismo. Repitieron la pregunta, por si no la había entendido. Pero la había entendido perfectamente. Es que yo escribía en Excel.
Mi reacción vital a la condescendencia siempre ha sido la provocación, así que me quedé mucho rato justificando mi respuesta, insistiendo en cada detalle. Una tontería, porque podría haber sido misteriosa. Podría haber dejado la respuesta a medias, flotando en el aire, para que el otro la llenara con su imaginación y su deseo. Pero siempre he temido la imaginación del otro; siento que voy a salir perjudicada, que voy a perder el control de la narrativa. Y entonces me ataca la verborrea. Suelto tanta información que dejo de ser interesante, me desnudo antes de tiempo. No sé jugar con el misterio.
Ahora ya no escribo en Excel, es una pena porque me encantaba aunque fuera un sin sentido, escribir allí me ayudó a entender lo largas que pueden llegar a ser mis frases, como está por ejemplo, que si la hubiera hecho en Excel y no en notas del móvil ya no existiría.
Verborrea crónica
Las ganas de contar cosas largas me acompañan desde pequeña. Mi tía A. aún se acuerda de cómo, en un viaje de coche una hora y media, hablé sin parar durante una hora y media. Y soy capaz de más, no tengo dudas. Por eso me encanta escribir: porque aquí existo, dejo constancia. Y de paso, no embozo las orejas de los otros.
El paso de escribir en Excel a escribir en las notas del móvil llegó con la constancia que me autoimpuse en 2022. Leí dos capítulos del libro El camino del artista, y uno de ellos decía: Escribe cada día. Luego otra amiga me habló de la escritura automática, donde básicamente escribes sin pensar en lo que dices y sin intención de releerlo. Me obligué a escribir dos páginas cada día, durante nueve meses.
Así me di cuenta de que, a veces, mi mente se emboza a sí misma con mis propios pensamientos. Me autosaturo. A mitad de la página, me pierdo. También había mucho de “pues ahora no sé qué decir, pero voy a decir nada hasta acabar la página. Chin pún.” Se ve que es válido hacer eso. Así que lo hice.
A veces me pongo a hablar y luego ya pienso en que quería decir. Editar es leer lo que he dicho y darle forma hasta que diga algo. Ya si eso. Escribo, al fin y al cabo, para existir en mis propios términos, aunque a veces sea en celdas de Excel o notas interminables de móvil. Me gusta escribir, porque ahí, por fin, puedo ordenar el caos.

Y cosas que me inspiran:
✏️Bueno, pues obviamente la escritura automática me inspira. El fluir de la consciencia: es eso de escribir sin pensar en releerlo y sin que tenga sentido. Es un desbloqueador nato, y es una manera de auto conocerse buenisma. Recomiendo. 5 estrellas.
📕Otra cosa que recomiendo es el libro de “Mientras escribo” de Stephen King, me da igual si no te gusta Stephen King (a mi peché-peché), te recomiendo que lo leas si te gusta escribir. Desmonta mitos, abre puertas y da algunos trucos. Recomiendo. 4 estrellas.
🎤Y cambio radical, con mi hermana el verano de 2012 nos volvimos locas con Die Antwoord, se nos fue la olla, lo poniamos 24/7. El martes en el InEdit vi el documental de su historia, desde sus humildes inicios hasta ahora, que son R!¢H & F∆MOU$. Un poco un lavado de PR y otro mucho una historia alucinante. Recomiendo. 4 estrellas.
💔Pequeño inciso: Igual lo más importante que ha pasado esta semana, mes o año han sido las inundaciones de Valencia. Los vecinos se sienten abandonados por las instituciones y la ayuda vecinal les está ayudando a sobrevivir. El pueblo salva al pueblo, pero no debería ser así. Siento impotencia al no poder hacer nada, solamente compartir esto por aquí. Mucha fuerza a los valencianos.
Y nada, hasta aquí la carta de hoy. Espero que encuentres tu lugar para ordenar tu caos, sea excel o notas. Nos vemos en 2 semanas (o eso creo). Si has leído hasta aquí, es una suerte para mí <3. Si te ha gustado, házmelo saber, me haría muy feliz (¡mucho!). Y si te apetece más, suscríbete.
Marta, que bien transmites!
Muchas veces, cuando explicamos en voz alta formulamos los pensamientos… a
Mi me pasa!
Has leido “de que hablo cuando hablo de escribir”? Murakami me
Chifla!
Me encanta leerte!
Buen domingo
MF